viernes, 18 de marzo de 2011

Macho Alfa

- ¿Y qué? ¿y qué? ¿qué pasó? ¿te liaste con ella? – preguntó Javier frotándose las manos de manera nerviosa.

- La duda ofende García – Manu levantó la cabeza sonriente – pues claro que me lié con ella, cuando una tía te invita a su casa no es para ponerte un capítulo de Friends.

- “Uala” que cabrón – sentenció Javier apoyándose en el respaldo de la silla – pues estaba buenísima, si hubiera tenido que apostar… vamos, que ni de coña.

- Pues hubieras perdido la apuesta – levantó las cejas, orgulloso – García García… tienes tanto que aprender todavía del maestro – cogió la cerveza y le dio un trago largo – algún día tendré que acogerte bajo mi ala protectora y darte unas clases magistrales.

- ¿Pero cómo te lo montas? ¿qué les dices? mira que yo le meto morro y palique pero no hay manera… - negó con la cabeza e hizo un gesto de incomprensión.

- No es cuestión solo de saber embaucar Javi, hay que tener cierto estilo, tienes que desprender una sensación… – le miró fijamente, esperando la pregunta.

- ¿Qué sensación? ¿de qué cojones hablas? – a Javier empezaba a cansarle el tono chulesco de la conversación.

- Tienes que acercarte a ellas y tienen que ver que eres el que manda… - Manu hizo una pausa de unos segundos para darle emoción a sus palabras – tienen que sentir que eres el macho alfa.

- Jajajaja, ¿macho alfa? sí, y beta, y gamma, y la madre del cordero, a ver si ahora voy a tener que dejar asomar el pelo en el pecho con la camisa abierta y ponerme cada mañana Barón Dandy – hacía aspavientos con los brazos – ¿pero qué mierda hay que hacer ahora para ligar?

- Si, si, tú ríete de mis teorías pero soy la prueba fehaciente de que funcionan – le guiñó un ojo – yo no soy un charlatán – mientras hablaba rebuscó el móvil en el bolsillo de la chaqueta – a las pruebas me remito – y le mostró un número en la agenda. “Ana”.

- Ya me podrías pasar algunos números de tu agenda cabronazo, a ver si cuela y alguna me confunde contigo.

- Jajajajaa, García, viejo amigo, si no tienes… no tienes, a ver si el próximo día en la discoteca te enseño algunos trucos – se guardó el móvil en el bolsillo.

Mientras hablaban una chica se acercó por detrás y tocó en el hombro a Manu. Se giró y le cambió el rostro.

- Hombreeee… Ana… esto… ¿qué tal? – tragó saliva mientras Javi observaba atentamente.

- Hola! – Ana sonreía – pues mira, iba hacia la facultad y te he visto, te quería agradecer que ayer me acercaras a casa, mi novio ya estaba durmiendo cuando llegué y me sabía mal despertarle.

- Ah… ningún problema mujer, yo soy un caballero – Manu tenía la sonrisa torcida, intuía que Javi se estaba partiendo de la risa.

- Pues nada, a ver si nos vemos otro día y hacemos un cafelillo, me voy que llego tarde a clase – comenzó a caminar con la carpeta en la mano – hasta otra chicos!

Manu esperó unos segundos antes de girarse de nuevo. Cuando lo hizo Javi lo miraba con una expresión cómica, sabía que estaba a punto de soltarle algo.

- Ni una palabra García! – echó un trago largo de cerveza.

- ¿Yo? Si no he abierto la boca… - rió – macho alfa! – Manu casi se atraganta.



Jordi Yévenes

1 comentario:

  1. Jajajajajaja... ¡Menudo fantasma el Manu! Me ha gustado mucho el relato, los personajes son de mi estilo. Los dos son muy simpáticos y los dibujas bien. ¡Bravo, Jordi! Por cierto, soy el Eduard, por si aquí no queda claro quién de los Bastardos está dando la crítica. ¡Sigue insertando más relatos!

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